Ha dejado el tenis luego del Masters de Doha y seguramente se la extrañe en las canchas. Porque la rusa Elena Dementieva se retiró a los 29 años del tenis profesional y dejó una muy buena imagen.
Obviamente que hay muchísimas tenistas por encima de ella, las históricas de otras épocas y otras que actualmente tienen niveles formidables. Pero la rusa merece ser destacada por sus características, no sólo en técnica sino también por su lucha, esfuerzo, por ser trabajadora, por poner pasión en lo que hizo.
Muchas tenistas pueden tener un revés, un servicio excelente, pero si no aman lo que hacen y no le ponen garra como lo hacía Dementieva se desvirtúa el juego.
Si alguien tuvo el gusto de mirar un partido de ella seguramente se dieron cuenta de que tiene una entrega total, que no da ninguna pelota por perdida y a pesar de estar abajo en un set sigue intentándolo hasta el final. Al igual que su mamá, quien la siguió y apoyó en cada partido hasta su último día.
A veces un partido es vistoso porque los participantes tienen muchas cualidades, como pasa con Roger Federer o Rafael Nadal, pero es muy agradable ver también un partido con garra, con huevos como se dice muchas veces en el fútbol.
La rubia de 1.80 metro que tiene en su haber 16 títulos individuales, 6 en dobles y dos finales del Grand Slam (Roland Garros y Us Open en 2004) ahora decidió retirarse para siempre de las canchas.
Hace unas horas se conoció cual era uno de los principales motivos por los que decidió alejarse.
Su deseo de formar una familia y tener hijos con el jugador de hockey sobre hielo, Maxim Afinogenov, es lo que más anhela.
Y no se espera por su regreso como lo ha hecho Kim Clijsters en 2009 o Justine Henin, Elena aseguró "Fue muy difícil y emotivo, pero si decidí retirarme, eso fue todo. No voy a volver".
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