Parece que el tenis femenino en España no esta atravesando su mejor momento. Es por esto que las tenistas más reconocidas del país emitieron un comunicado para expresar su descontento con la Real Federación Española de Tenis.
Denunciaron a la RFET la poca ayuda que les brindaban, la falta de infraestructura y la falta de comunicación entre el organismo y las mismas. Pero lo que la gente no sabe o no se puso a pensar es que no pasa solamente en aquel país. En Argentina, por ejemplo, la situación quizás sea peor.
Analicemos. En España hay nueve mujeres que están dentro de las mejores 200 del ranking WTA: María José Martinez (nº25), Anabel Medina (nº 53), Arantxa Parra (nº56), Carla Suárez (nº58), Lourdes Dominguez (nº107), Nuria Llagostera (nº120), Laura Pous (nº130), Beatriz García (nº162) y Silvia Soler (nº168). Y cuatro de ellas son Top 100.
En Argentina tenemos a Gisela Dulko (nº48), María Irigoyen (nº178) y Florencia Molinero (nº190). Lo que demuestra claramente que hay un problema mucha más grande respecto a la cantidad de mujeres que están triunfando en el deporte. Sólo tres entre las 200 y sólo una de ellas entre las 100.
Pero aca nadie se quejó de la Asociación Argentina de Tenis. Puede ser un buen momento para replantearse que se ha hecho mal. Será la formación, la poca difusión de los medios, la escasa ayuda de la AAT, la falta de referentes o todas. Pero el que no llora no mama.
La Federación Española prometió invertir 200.000 euros para mejorar la situación. Y se escondieron tras la crisis mundial. Pero por lo menos algo se logró.
Estaria barbaro poder disfrutar de alguna argentina que juegue con la pasión de Dementieva o la calidad de las hermanas Williams, pero para que eso pase las chicas necesitan ayuda.
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