lunes, 13 de septiembre de 2010


Parque Norte, ubicado enfrente de Ciudad Universitaria. Eran las cuatro de la tarde del domingo. Las nubes cubrían todo el cielo y el viento acompañaba al frío y lúgubre día.

Sin embargo mucha gente practicaba deporte en el club. En las canchas de fútbol 5 jugaban los equipos del Torneo 360º Sports y en otras dos canchas las adolescentes practicaban Hockey. Claro, la popularidad de este deporte creció de una manera abismal. Y no se sabe porqué pero es el primer deporte que eligen las jóvenes de hoy. Quizás por ver referentes a las leonas. Pero ¿porqué no el tenis?

Se arrimó un poquito el sol. En la gran cantidad de canchas del predio había muchos hombres disputando torneos entre amigos y ni una sola mujer.

Ya eran casi las seis de la tarde, empezó a caer el sol y fue aquel quien tiñó de naranja todo el césped del lugar. Las canchas de polvo de ladrillo se volvieron mas rojas y movedizas por el fuerte viento. Y en ese ínterin se escucharon voces. Cuatro chicas de 16 años aproximadamente, entraron a aquella cancha con sus raquetas y equipos de tenis. Parecía que ya habían jugado, ya que en sus zapatillas blancas estaba depositada la arenilla roja.

Comenzaron a pelotear y el plan fue jugar por la merienda un dobles. Empezaron despacio y después jugaron con muchísimo entusiasmo. Parecían profesionales. El revés y la calidad de saque de una de ellas era envidiable.

Al cabo de un rato, aquella que prometía ganar el partido se torció la mano. Suspendieron el encuentro y salieron todas de la cancha. En fin, seguramente todas Irán en busca del pancho y de la coca, después de divertirse practicando este hermoso deporte.

No habrá referentes en el tenis, salvo Gisela Dulko. Pero lo que hay es jóvenes con talento y dios quiera que el día de mañana alguna de ellas pueda ser la promotora del tenis femenino en nuestro país...

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